miércoles, 21 de noviembre de 2012

El reloj de Sol de Puerto del Rosario, Fuerteventura.


El arte y la ciencia van a menudo de la mano, y a veces se encuentran unidos en los lugares más insospechados.

Fuerteventura es una isla que no deja indiferente a nadie. Su paisaje plano, continuamente azotado por el viento y abrasado por el Sol, está salpicado de viejos volcanes erosionados. La ausencia casi total de vegetación y los colores ocres típicos del desierto, le confieren un aspecto áspero, no muy diferente de las imágenes que envían las sondas de la NASA de la superficie de Marte.


Fuertventura. Valle de Santa Inés

Pero en la frontera entre el desierto y el mar se encuentran las playas más espectaculares de España, amplias, de fina arena blanca, y bañadas por un Océano Atlántico diferente a cada hora del día.

Puerto del Rosario, la capital de la isla, cuenta con un parque escultórico que se extiende por toda la ciudad, compuesto por más de 50 obras modernas que adornan plazas y avenidas. Una de esas obras es un gran reloj de Sol.




El reloj es un homenaje a los elementos naturales que confieren a la isla su carácter:

El mar: la esfera del reloj tiene forma de barco.
El viento: las velas del barco son en realidad veletas, que se orientan indicando la dirección del viento.
El Sol: ilumina el reloj durante todo el día, marcando la hora.

El reloj es de tipo vertical, orientado al Sur . Marca la hora solar desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Los números son arábigos. No hay líneas, solo un punto junto a cada número.

Está situado en una rotonda de la carretera por la que se accede a la ciudad desde el Sur, frente a un gran centro comercial. Uno de los lugares más concurridos de la isla. 


 

Todas las fotos por Ángel Pérez

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