domingo, 16 de octubre de 2011

Boina de contaminación en el cielo de Madrid

Siendo fiel al título de este blog, esta tarde, cámara en mano, he mirado al cielo de Madrid, y me he encontrado con esto:


Las dos fotos están hechas desde el mismo sitio y a la misma hora (18:35), solo cambia la distancia focal del objetivo.

Una capa oscura de contaminación atmosférica flota sobre la ciudad, que dada la estación del año en que nos encontramos se debe en su mayor parte al tráfico. 

A pesar del mal aspecto de las imágenes, en el apartado de calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid encuentro los siguientes datos:

Contaminantes gaseosos 15/10/2011
Municipio de Madrid Ozono NO2 CO SO2 Partículas
           
Índice diario Bueno Admisible Bueno Bueno Admisible

Fuente: Ayuntamiento de Madrid:
http://www.mambiente.munimadrid.es/opencms/opencms/calaire/red/indice/indCalidad.html


No quiero ni imaginarme el  aspecto que debe adquirir el cielo  de Madrid cuando estos valores sean malos o inadmisibles.

A los que observamos el cielo no nos gusta la lluvia, pero después de ver las imágenes (y no quiero ser alarmista), si no llueve antes de que llegue el frío y empecemos a encneder las calefacciones, esto se va a poner muy oscuro.

ISM (2). El hidrógeno neutro y las regiones H I.


En astronomía se indica el estado de ionización de un elemento añadiendo un número romano al símbolo del elemento en cuestión. I se aplica al elemento en estado neutro (no ionizado), II es el primer estado de ionización (la ausencia de un electrón), III la ausencia de dos electrones, y así sucesivamente. Por ejemplo:

  • H I representa al hidrógeno neutro
  • O III representa al oxígeno doblemente ionizado
  • En circunstancias realmente extremas se puede encontrar Fe XXII, hierro al que se han arrancado 21 de sus 26 electrones.

Las regiones H I son nubes interestelares compuestas mayoritariamente por hidrógeno en estado neutro. Sus parámetros típicos son:

  • Temperatura de unos 100 K
  • Densidad de 10 a 106 átomos por centímetro cúbico
  • Masa de entre 10 y 100 masas solares

Las regiones H I son frías, no emiten radiación en el rango visible y son transparentes a ella, por tanto no se pueden detectar por medios ópticos. Sin embargo emiten fuertemente a una frecuencia de 1.420 Mhz, que corresponde a una longitud de onda de 21 cm, en el rango de las microondas. A esta emisión se le conoce como “línea de 21 cm”. Su origen está en la transición hiperfina del electrón en su nivel energético más bajo, de la que hablé en el primer artículo de esta serie. La mecánica cuántica establece que la probabilidad de que un átomo de hidrógeno cambie de spin emitiendo un fotón de 1.420 Mhz es muy baja, tanto que un átomo aislado podría permanecer en estado excitado durante un millón de años, y en una nube interestelar, unos 500 años. Pero dada la masa de una región H I, el enorme número de átomos compensa esta baja probabilidad de cambio de estado y la región emite fuertemente.

En la Vía Láctea el hidrógeno neutro se mueve en órbitas prácticamente circulares alrededor del centro de la galaxia. El desplazamiento Doppler de la línea de 21 cm permite medir la velocidad radial de las nubes H I y determinar su distancia al centro de la galaxia.

Distribución de las regiones H I en la Vía Láctea (NRAO)

El estudio de la línea de 21 cm permite determinar la distribución del gas interestelar en otras galaxias, y conocer la distancia a la que se encuentran de nosotros. También es útil en la investigación de la distribución de galaxias a gran escala, ya que la emisión de las regiones H I se detecta en galaxias espirales y en menor medida en galaxias elípticas.


Distribución del hidrógeno neutro en M 31 (galaxia de Andrómeda) (NRAO)

En galaxias relativamente cercanas a nosotros se puede obtener una buena resolución en la distribución Doppler de las regiones H I. El estudio de la rotación de las regiones H I permite calcular la masa de estas galaxias. Aunque las regiones H I se extienden mucho más lejos que otras partes detectables de las galaxias, como las nubes moleculares o las estrellas, el cálculo de la masa de las galaxias por este método ya proporcionó los primeros indicios de la existencia de materia oscura.

Distribución Doppler de las regiones H I en la galaxia M 33 (NRAO)

En sistemas de galaxias próximas entre sí, las imágenes de las regiones H I permiten poner de manifiesto fenómenos de interacción que no se pueden detectar de otro modo, e incluso proporcionan información sobre la historia de la interacción.

Interacción en el grupo de galaxias de M 81 (NRAO)

Para no interferir en todas estas observaciones, la banda que contiene  la frecuencia de 1.420 MHz no se utiliza en sistemas de radiocomunicaciones.

Para saber más:


Todas las imágenes utilizadas en este artículo proceden del sitio web del NRAO: National Radio Astronomy Observatory (U.S.A.)


En el próximo artículo de esta serie hablaré del hidrógeno ionizado y las regiones H II.

jueves, 13 de octubre de 2011

La Luna junto a Júpiter

Júpiter está casi en oposición y la Luna está prácticamente llena. Eso quiere decir comparten la misma región del cielo: salen por el Este cuando el Sol se oculta por el Oeste, son visibles toda la noche y se ocultan por el Oeste  al amanecer.



He tomado esta foto hace unos minutos, antes de entrar a trabajar, con la cámara del móvil. El cielo estaba ya muy claro y la cámara, que solo funciona en automático, tiene dificultades para distinguir Júpiter del fondo azul. No obstante, Júpiter es el puntito que se ve arriba y a la izquierda de la Luna (es posible qwue para llegar a verlo tengas que ampliar la foto a su tamaño original).

miércoles, 12 de octubre de 2011

ISM (1). El átomo de hidrógeno


Este es el primero de una serie de artículos en los que quiero hablar de las diversas formas en que se presenta el hidrógeno en el Medio Interestelar (en inglés ISM) y de qué maneras se puede observar.

El hidrógeno es el elemento más abundante del Universo, el más simple de la naturaleza, el y el que origina todos los demás a través de los procesos de nucleosíntesis que tienen lugar en el interior de las estrellas.

Un átomo de hidrógeno está compuesto por un protón en el núcleo y un electrón que se mueve a su alrededor en unas determinadas regiones llamadas orbitales. Cada orbital tiene asociada una energía, y la mecánica cuántica establece que el electrón no puede estar en cualquier lugar sino solamente en los orbitales definidos.

Para pasar de un orbital a otro, el electrón debe absorber o ceder un fotón cuya energía es la que separa a los orbitales entre los que se produce la transición.

Para ocupar los orbitales más alejados del núcleo, el electrón necesita mayor energía, por lo que debe absorber un fotón con la energía adecuada, mientras que cuando se acerca al núcleo debe ceder la energía que la sobra y emite fotones (uno por cada orbital al que desciende).

Si el electrón absorbe un fotón lo suficientemente energético puede abandonar la estructura de orbitales del átomo. El electrón queda libre y el átomo está ionizado.

Los niveles energéticos del átomo de hidrógeno (elaboración propia)

Todos los niveles pueden desdoblarse por distintas causas en otros niveles muy juntos entre sí (estructura hiperfina).

Es de especial interés el desdoblamiento que se produce en el nivel energético más bajo debido a la diferencia de spin del protón del núcleo y el electrón. En la mecánica cuántica, el spin es un “número cuántico” (una de las cantidades que describe el estado de una partícula) relacionado con el giro. En el átomo de hidrógeno, el protón y el electrón pueden tener spin del mismo sentido (configuración paralela) o de sentido opuesto (configuración antiparalela). Entre las dos configuraciones hay una pequeña diferencia de energía, y el paso de una a otra implica un aporte de energía o la emisión de un fotón, dependiendo del sentido en que se produzca la transición.



Átomo de hidrógeno con spines (representados por las flechas) en configuración paralela (Wikipedia)


La energía de un fotón está determinada por su longitud de onda (o su frecuencia) por la sencilla ecuación:

E = h f

donde E es la energía del fotón, h es una constante (constante de Planck) y f es la frecuencia del fotón.

Recordemos que en la radiación electromagnética la frecuencia y la longitud de onda están ligadas a través de la velocidad de la luz en el vacío por la relación:

l f = c

donde l es la longitud de onda, f es la frecuencia y c es la velocidad de la luz en el vacío.

Por tanto, la energía de un fotón puede escribirse en función de la longitud de onda como:

E= h c / l

Queda claro que a mayor frecuencia (menor longitud de onda) los fotones son más energéticos, por eso las transiciones que acaban en el nivel 1, donde la diferencia de energía entre niveles es la más grande, generan fotones de longitud de onda muy corta, en el ultravioleta.

Estas transiciones permiten la detección del hidrógeno en algunas circunstancias, como veremos en próximos artículos.

Actividad Solar 12 de octubre de 2011

La actividad solar continúa. En la imagen que he tomado esta tarde, como siempre mediante proyección con el Newton de 75 mm, se aprecian claramente 4 regiones activas.


Para los seguidores del Blog, 1314 es la región que aparecía en el círculo de la imagen del día 9.

En imágenes tomadas con mejores medios se aprecian al menos tres regiones activas más, con núcleos mucho menos prominentes que los que yo soy capaz de observar.

domingo, 9 de octubre de 2011

Actividad Solar 9 de octubre de 2011

La región activa 1313 se mantiene con la misma forma y tamaño de días pasados, mientras que 1312 se hace más grande y resulta más fácil distinguir algo de su estructura en las imágenes.

La rotación solar nos comienza a mostrar una nueva región activa (en el círculo rojo) que todavía no tiene designación oficial.

Todas están relativamente tranquilas y no parece que puedan provocar erupciones de importancia.

viernes, 7 de octubre de 2011

Actividad Solar 7 de octubre de 2011

Finalmente hoy la tarde ha estado despejada y he podido observar el Sol.
En la proyección se aprecian con facilidad cuatro de las seis regiones activas que hay ahora en la cara del Sol visible desde la Tierra.


Ninguna de ellas presenta riesgo de erupciones que puedan causar problemas en nuestro planeta.

jueves, 6 de octubre de 2011

Actividad Solar 6 de octubre de 2011

La rotación solar está haciendo desaparecer de nuestra vista la región activa 1305 que el pasado día 1 lanzó una CME en dirección a la Tierra. La nube de partículas cargadas chocó ayer aproximadamente a las 7:00 TU con la magnetosfera terrestre, provocando tormentas geomagnéticas leves sobre ambos polos, que han disparado auroras (no especialmente vistosas).

No se han producido (que yo sepa) daños en satélites ni en otros sistemas en tierra. Pero no podemos bajar la guardia: otra oleada de partículas muy energéticas está en camino, y por el limbo Este del Sol comienzan a aparecer nuevas regiones activas. De ellas 1309 y 1312 son muy evidentes, pero 1313 está produciendo ya destellos de clase C (baja intensidad). Habrá que estar atentos a su evolución en los próximos días.


 Foto: Solar Dynamics Obsevatory (NASA)

A partir de mañana se esperan cielos cubiertos en Madrid, por lo que no creo que pueda realizar observaciones del Sol ni publicar fotografías propias.

Para más información (en inglés)

http://spaceweather.com/

martes, 4 de octubre de 2011

El Premio Nobel de Física 2011 concedido a los descubridores de la expansión acelerada del Universo



El Premio Nobel de Física de este año ha sido concedido a  Saul Perlmutter (50%) y conjuntamente a Brian P. Schmidt y Adam G. Riess (50%) por “el descubrimiento de la expansión acelerada del Universo a través de la observación de supernovas lejanas”.


Saul Perlmutter lideraba en 1998 el “Supernova Cosmology project”, con 31 investigadores de diferentes países. Este equipo llegó a la conclusión de que la expansión del Universo es acelerada.


  
Brian P. Schmidt formó en 1994 el High-z Supernova Search Team, un proyecto en el que participaron más de 20 astrónomos.

 Adam G. Riess , del High-z Supernova Search Team, hizo públicas en 1998 las primeras evidencias de la expansión acelerada del Universo.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Por qué las estrellas no hacen explosión como bombas atómicas?


El 1 de noviembre de 1952, en Enewetak, un atolón en el Océano Pacífico, tuvo lugar el experimento Ivy Mike, la primera explosión de una bomba nuclear de hidrógeno.

En este artefacto, la mayor parte de la energía procedía de una bomba atómica de fisión, que producía las condiciones necesarias para la fusión de dos isótopos de hidrógeno: deuterio y tritio, para producir helio, neutrones y mucha más energía, aumentando los efectos devastadores de la explosión.


La explosión Ivy Mike (Wikipedia)

Hace unos días, mi amigo JG me planteó una pregunta, no porque él no sepa la respuesta (más bien todo lo contrario): ¿Por qué las las bombas de hidrógeno liberan su energía en una fracción de segundo y en cambio las estrellas, que poseen enormes cantidades de hidrógeno, mantienen reacciones de fusión de una manera estable durante millones de años?

La respuesta se puede resumir en una palabra: equilibrio.
En la explosión de un arma nuclear no hay equilibrio. Una vez iniciada la reacción no hay nada que se oponga a la presión de la radiación. La energía es liberada al medio circundante, en el que los valores de presión y temperatura son muy inferiores a los del lugar en el que se produce la reacción. La generación de energía prosigue hasta que se acaban los reactivos o hasta que dejan de darse las condiciones para que la reacción continúe.

En cambio, una estrella es un sistema en equilibrio entre la presión producida por la gravedad, que tiende a comprimir la estrella y la presión producida por la radiación de las reacciones nucleares, que tiende a expandir la estrella.

Por un lado, las reacciones nucleares son muy sensibles a la temperatura, concretamente la producción de energía de la cadena protón – protón (la reacción de fusión dominante en una estrella como el Sol) es proporcional a la densidad multiplicada por la cuarta potencia de la temperatura:

Q p-p= k r T4

Por otro, del teorema del virial (que relaciona la energía potencial de un sistema con su energía interna) aplicado a una estrella, se deduce que cuando la estrella se comprime su temperatura aumenta, mientras que cuando se expande su temperatura disminuye.

Por tanto, si en una estrella que está en equilibrio la producción de energía en el núcleo aumenta, la presión de radiación será mayor que la presión de la gravedad, la estrella se expandirá, su densidad disminuirá y la temperatura descenderá. Como consecuencia de ello, la producción de energía en el núcleo que es proporcional a la densidad y a una potencia de la temperatura disminuirá, y la producción de energía en el núcleo disminuirá, con lo que la estrella volverá a la situación inicial de equilibrio.

La justificación matemática de este razonamiento se encuentra en los textos de teoría de la estructura y evolución estelar, por ejemplo en:



An Introductionto the Theory of Stellar Structure and Evolution
Dina Prialnik
Cambridge University Press 2010

No obstante, cuando en circunstancias especiales, las condiciones de equilibrio no se pueden mantener, las estrellas hacen explosión y se convierten en supernovas, pero eso lo trataré en otra ocasión.

domingo, 2 de octubre de 2011

Actividad Solar. 2 de octubre 2011

Ayer alrededor de las 10:17 TU las manchas solares 1302 y 1305 entraron en erupción en una rápida secuencia, poniendo de manifiesto una conexión a larga distancia que no se había detectado antes.





Imagen del Sol en luz blanca, tomada esta misma tarde por el autor de este blog con el telescopio Newton de 75 mm de construcción casera mediante proyección de ocular



En el momento de la erupción, la región 1305 lanzó una CME (Eyección de Masa Coronaria) en dirección a la Tierra.


La nube de partículas cargadas que viaja a una velocidad relativamente lenta para este tipo de eventos ("tan solo" 500 Km/s)  llegará a nuestro planeta el próxima martes 4 de octubre. Es posible que al golpear la magnetosfera terrestre desencadene una tormenta geomagnética y auroras en las latitudes altas.

Más información en: