martes, 10 de mayo de 2016

Tránsito de Mercurio, 9 de mayo 2016



Tenía todo preparado desde hacía semanas, los telescopios, los filtros de luz blanca, la cámara… Pero ya el día 2 de mayo la predicción meteorológica anunciaba el desastre: cielos totalmente cubiertos en Madrid, con probabilidad de precipitaciones del 100 %.

Los días avanzaban y la predicción se confirmaba e incluso empeoraba, con posibilidad de tormentas localmente fuertes.

El día 9 amaneció lloviendo, según lo previsto y estuvo totalmente nublado hasta bien comenzado el tránsito.
A eso de las 5 de la tarde (hora de Madrid) se atisbó el primer rayo de esperanza, cuando el Sol se dejaba ver fugazmente entre las nubes negras, el tiempo suficiente para mirar a simple vista a través del filtro de luz blanca. No consigo ver nada, solo un disco solar empañado, ni rastro de Mercurio, ni de la región activa AR2542 (más grande que el planeta). 

¿Qué hacer? La azotea está empapada, y el riesgo de lluvia persiste. Por suerte, en esta época del año por la tarde, veo el Sol desde las ventanas. Decido montar el Lunt en el salón, y esperar. 

Poco antes de las 6 se abre un claro que dura varios minutos, tengo el tiempo justo para enfocar, ajustar la exposición y hacer una serie de vídeos de pocos segundos cada uno, de la cromosfera en H alfa y de la fotosfera en luz roja (con el Lunt se puede ver la fotosfera desintonizando el filtro H alfa).

Como siempre, la cámara usada es la ZWO ASI 120M y los vídeos están procesados con Registax 6.0 y GIMP. La imagen de la cromosfera ha sido coloreada en amarillo.

Las imágenes de abajo parecían imposibles de obtener, pero son el resultado de la paciencia y la esperanza.

“Nunca dejes de creer”  Una frase de moda estos días ¿os suena? 



Mercurio abajo a la derecha sobre la fotosfera solar
Mercurio abajo a la derecha sobre la cromosfera solar (H alfa)