En
unas horas el asteroide 2012 DA14 batirá un
récord: se convertirá en el objeto natural conocido con antelación
que pasa más cerca de la Tierra, a tan solo 28.500 Km de la superficie. A escala
humana puede parecer mucho, pero no lo es. Todos los satélites
geoestacionarios, como el conocido Meteosat, y los que retransmiten
señales de televisión se encuentran a 36.000 Km de la superficie
terrestre.
2012
DA14 es un asteroide pequeño. Su tamaño, y masa
no se conocen con precisión, pero, sin duda, su forma es irregular. Las estimaciones indican que su eje mayor puede medir entre 40 y 50
metros. Si es de tipo rocoso, su masa podría estar en torno a las
200.000 toneladas, y alrededor del doble si es metálico.
Sigue
una trayectoria Sur – Norte que le hará cruzar nuestro cielo
prácticamente de polo a polo, como se puede apreciar en esta imagen
obtenida de la web de Sky & Telescope.
Trayectoria del asteroide 2012 DA14. Las horas son TU. |
Desde
Madrid la mejor hora para observarlo será entre las 9 y las 10 de la
noche (hora civil), cuando se encuentre cerca de Denébloa, la
segunda estrella más brillante de la constelación de Leo, mejor
desde un lugar oscuro y con el horizonte Este – Norte despejado.
Aspecto del cielo la noche del 15 de febrero de 2013. Imagen generada con Setellarium |
Como
máximo alcanzará magnitud 8, por lo que no será visible a simple
vista, pero sí con prismáticos. Se moverá sobre el fondo de
estrellas a una velocidad de 0,8º por minuto, aproximadamente.
2012
DA14 fue descubierto el año pasado por investigadores del
Observatorio Astronómico de Mallorca, con un telescopio robótico
ubicado en La Sagra, Granada. Es un asteroide cercano a la Tierra
(NEA), de tipo Apolo (un grupo de asteroides con periodos de
traslación muy próximos a un año y cuyas órbitas, cruzan la de
nuestro planeta).
En
esta ocasión no impactará con la Tierra, y se calcula que no lo
hará en los próximos 100 años, no obstante, sus encuentros
cercanos con la Tierra y otros efectos más sutiles alteran
sustancialmente su órbita, haciendo que sea muy difícil de predecir
con precisión.
En las condiciones actuales, de entrar en la atmósfera, lo haría a una velocidad de 12 Kilómetros por segundo. La energía que liberaría sería equivalente a la de una bomba atómica de 3,5 kilotones, suficiente para arrasar una ciudad.