viernes, 15 de febrero de 2013

2012 DA14. El asteroide que rozará la Tierra


En unas horas el asteroide 2012 DA14 batirá un récord: se convertirá en el objeto natural conocido con antelación que pasa más cerca de la Tierra, a tan solo 28.500 Km de la superficie. A escala humana puede parecer mucho, pero no lo es. Todos los satélites geoestacionarios, como el conocido Meteosat, y los que retransmiten señales de televisión se encuentran a 36.000 Km de la superficie terrestre.

2012 DA14 es un asteroide pequeño. Su tamaño, y masa no se conocen con precisión, pero, sin duda, su forma es irregular. Las estimaciones indican que su eje mayor puede medir entre 40 y 50 metros. Si es de tipo rocoso, su masa podría estar en torno a las 200.000 toneladas, y alrededor del doble si es metálico.

Sigue una trayectoria Sur – Norte que le hará cruzar nuestro cielo prácticamente de polo a polo, como se puede apreciar en esta imagen obtenida de la web de Sky & Telescope.

Trayectoria del asteroide 2012 DA14. Las horas son TU.


Desde Madrid la mejor hora para observarlo será entre las 9 y las 10 de la noche (hora civil), cuando se encuentre cerca de Denébloa, la segunda estrella más brillante de la constelación de Leo, mejor desde un lugar oscuro y con el horizonte Este – Norte despejado. 

Aspecto del cielo la noche del 15 de febrero de 2013. Imagen generada con Setellarium

 Como máximo alcanzará magnitud 8, por lo que no será visible a simple vista, pero sí con prismáticos. Se moverá sobre el fondo de estrellas a una velocidad de 0,8º por minuto, aproximadamente.

2012 DA14 fue descubierto el año pasado por investigadores del Observatorio Astronómico de Mallorca, con un telescopio robótico ubicado en La Sagra, Granada. Es un asteroide cercano a la Tierra (NEA), de tipo Apolo (un grupo de asteroides con periodos de traslación muy próximos a un año y cuyas órbitas, cruzan la de nuestro planeta).

En esta ocasión no impactará con la Tierra, y se calcula que no lo hará en los próximos 100 años, no obstante, sus encuentros cercanos con la Tierra y otros efectos más sutiles alteran sustancialmente su órbita, haciendo que sea muy difícil de predecir con precisión. 

En las condiciones actuales, de entrar en la atmósfera, lo haría a una velocidad de 12 Kilómetros por segundo. La energía que liberaría sería equivalente a la de una bomba atómica de 3,5 kilotones, suficiente para arrasar una ciudad.